Hoy tenemos planificada la ruta desde Paracuellos hasta El Molar volviendo por San Agustín de Guadalix. En principio la ruta es de unos 80 Km, pero decidimos acortarla para poder llegar con margen al 3er Tiempo, condición “sine qua non” de todas nuestras rutas, es el cumple de Dani y nos quiere invitar a unas cervecitas, pero antes nos las tenemos que ganar y decidimos hacer unos 50 Km, partiendo desde el McDonald’s situado en el cruce con la carretera de Algete, no está mal, total el tramo que nos ahorramos desde Paracuellos ya lo tenemos bastante trillado y de este modo hacemos 30 Km menos de los que aparecen en la propuesta inicial, 15 de ida y 15 de vuelta, nuestras piernas nos lo agradecerán y así ahorramos tiempo, hoy nos interesa. No obstante hay un valiente, Villy, que decide partir él solito desde Paracuellos y darnos alcance en plena ruta, esta parte se la encomiendo a él, que nos cuente su experiencia en solitario, seguro que nos divertimos.
Como de costumbre quedamos en la gasolinera del Centro Comercial de Miramadrid a las 8:00 h, hoy Dani trae su furgoneta, también viene Jose Manuel y yo mismo Ángel. La mañana es fría y aunque apunta a un día soleado ahora la temperatura ronda los 0°, esperamos llegar a los 8° ó 10°, claro esto entrada la mañana. Llegamos al punto de partida, el aparcamiento del McDonald´s sobre las 8:20, nos enfundamos nuestros buffs y guantes, etc., para protegernos del frio e iniciamos la ruta hacia el Norte por la vía pecuaria siguiendo el curso del rio Jarama. La cadencia es suave, tenemos que esperar a Villy que vendrá a buen ritmo para darnos caza. Aunque la temperatura del mi cuenta kilómetros marca 0° tenemos la sensación de que hace más frio, bueno será que tenemos que coger mas ritmo para entrar en calor, pero efectivamente de golpe el termómetro se despereza y marca 6° bajo cero, ¡ups! ya decíamos nosotros que hacía más frio.
/……Por mi parte arranco a las 8.00 («¡¡si todavía es de noche, y sin luces….!!» ) a ritmo de marcha militar y el sonido de las ráfagas de ametralladora, deben estar de maniobras en la Bripac. Cuando llego a la altura de las antiguas oficinas de Hercesa, antes de encarar el pedregoso sendereo que me llevara al camino de los huertos, dirección del río, tengo que parar a inflar la rueda delantera, que parece pinchada, (había inflado las dos ruedas el día anterior.) Encaro la bajada hacia el río, y a causa de la velocidad, y la baja temperatura, consigo una estupenda cara de cartón, (¿el frió no era bueno para el cutis?) así como unas manos y pies de cristal, por que no me habré puesto los guantes de esquiar. Mientras descendía hacia el río, barajaba la posibilidad de ir por el sendero del margen derecho del río, cubierto de vegetación, que no deja penetrar la poca luz del amanecer, o cruzar el río por la carretera y recorrer la parte izquierda, masa ancha y despejada. Finalmente opto por la primera, y transito casi a oscuras en algún tramo.
Llego al parking del Mcdonad´s, allí esta la furgo, pero no hay señales de ellos, levanto un poco el pie de acelerador, pues en los tramos rectos, no se les ve y desmoraliza un poco.
En algunos tramos se pueden ver las rodadas frescas, y eso me indica que no hace mucho que han pasado,(¡como los indios!) observo que uno de ellos lleva las ruedas flojas, ¡no!, son las nuevas ruedas tipo tractor de Dani.
Por fin a lo lejos vislumbro unas siluetas, que para ir a un ritmo «de espera» me parece que va un poco estirado……/
Llegamos a la altura de la Urbanización Club de Campo, cerca del circuito del Jarama pero por la parte derecha de la N-I hacia el Norte y accedemos a un sendero que ya hemos frecuentado en alguna ocasión, seguidamente en lugar de ir hacia el Este en un cruce nos dirigimos hacia el Norte en dirección a la Urbanización Santo Domingo, disfrutamos del sendero el cual se acerca bastante al cauce del río, el frío se olvida cuando se pasa bien. El sol todavía no está a la vista debido a la vegetación que estamos atravesando haciendo de pantalla la arboleda que está cerca del río, pero terminamos el sendero y accedemos a una pista donde Lorenzo nos da los buenos días, y la verdad que se agradece.
Ya en la pista, más ancha, echo la vista hacia atrás para ver si viene al cuarto elemento de la ruta de hoy, no debe de estar muy lejos, y efectivamente unos 100 m atrás aparece la figura de Villy en posición de ataque, como cuando un halcón está a punto de cazar a su presa, y así es, nos da alcance, bien ya estamos todos. Damos un poco de aliento al recién incorporado y a continuación aumentamos el ritmo para seguir entrando en calor, hoy nos está costando, mientras tanto Lorenzo nos regala un par de graditos, ¡uff! la verdad es que se agradece.
Sobre el Km 10, recordemos que Villy lleva 25, la pista gira 90° hacia el Oeste en dirección a la carretera de Burgos y aquí empieza lo más duro de la ruta, pasamos de 600 a 700 m más o menos en 1 Km, buenas rampas en un corto tramo, con un desnivel aproximado de un 10% la ruta se vuelve exigente. Hacemos una pequeña parada para reagruparnos antes hacer otro giro de 90° hacia el Norte. Jose Manuel se da cuenta que el agua del tubo para beber está congelada y a mí me pasa lo mismo, bueno es cuestión de tiempo, ya tenemos 2 o 3 graditos, el sol empieza a calentar y menos mal que hoy no hay viento.
La pista hacia el Norte sigue subiendo, en la parte más alta logramos tener una panorámica general disfrutando de grandes vistas, al Oeste San Agustín de Guadalix, al Norte vemos nuestro destino, El Molar, punto intermedio de la ruta. En el horizonte impresionantes vistas de la Sierra de Guadarrama, nuestra sierra compañera de grandes rutas con sus picos ya nevados, al Este seguimos con nuestro también compañero el rio Jarama, del que poco a poco nos vamos despidiendo hasta la próxima ocasión. La pista se convierte en un tobogán de subidas y bajadas e incluso podemos cortar por un par de senderos, un poco castigados por rodaduras de moto, pero que se agradecen para salir de la monotonía.
De nuevo en la pista, la cual sigue apuntando hacia arriba, Jose Manuel impone un fuerte ritmo que nos cuesta seguir, y donde acaba nos volvemos a reagrupar, ya hemos llegado a la carretera de acceso a El Molar. Giramos hacia la izquierda y hacemos un tramo por la carretera hasta llegar al pueblo, aquí nos encontramos con otra rampa importante hasta llegar al punto intermedio, llegamos a la plaza reagrupados y hacemos algunas fotos delante de la escalinata de la Iglesia, también aprovechamos para coger fuerzas tomando el avituallamiento de rigor. Después de cambiar impresiones, entre divertidos comentarios, decidimos seguir con nuestro objetivo de hoy.
Partimos en dirección al Sur callejeando por el pueblo, la tendencia es de subida hasta que salimos de la población alcanzando el punto más alto de la ruta 842 m. A la izquierda de la carretera de salida tomamos un camino, el paisaje se asemeja más al de media montaña con arbustos bajos, el camino empieza a descender serpenteante cuando de repente Dani nos advierte de la presencia de unos habitantes de la zona, “¡Mirad, ahí delante, por la izquierda, son corzos!”, efectivamente a unos 30 m por delante de nosotros vemos a una hembra con dos crías de considerable tamaño, que juguetean dando saltos y que atraviesan el camino justo delante de nosotros, la panorámica es espectacular ya que vamos bajando y podemos disfrutar sin esfuerzo del momento, los animales nos abandonan por la derecha perdiéndose entre la vegetación, ¡que chulada!
El camino se estrecha y sigue bajando. En determinados puntos del trayecto el terreno está un poco suelto, nos encontramos con algunas curvas cerradas, como alguno diría bajada “disfrutona” y así llegamos a la presa del Cañón de Guadalix, “anda este tramo lo hemos hecho varias veces, pero en sentido contrario”. Partimos por el sendero hacia San Agustín de Guadalix siguiendo el cañón. Disfrutando del paisaje observamos que el suelo está blanquecino por la escarcha formada durante la noche y debido a que el sendero discurre por zona de sombra. Divirtiéndonos en el recorrido, sin olvidar las precauciones por el estado del firme, llegamos al polígono de San Agustín de Guadalix, punto de partida de la ruta que en innumerables veces (algunos más que otros) hemos hecho en sentido contrario.
Atravesamos San Agustín y al salir de la localidad tomamos una vía pecuaria, siempre hacia el Sur, con alguna subida y bajada, en algún caso subidas exigentes, ya llevamos unos 35 km de ruta, pero nada que no podamos acometer, más o menos con comodidad, después de las rampas que hemos pasado antes de llegar a El Molar. Seguimos por esta vía dejando a nuestra izquierda las urbanizaciones de Valdelagua y Ciudalcampo, llegando al muro de piedra del Soto de Viñuelas, donde accedemos al sendero que nos resulta familiar por las veces que lo hemos transitado en la ruta del mismo nombre. Sacamos partido a dicho sendero, disfrutando del mismo, y atentos a varios ciclistas que nos encontramos de frente, llegamos a la Urbanización Fuente del Fresno. Callejeamos y abandonamos la misma partiendo hacia el Este, ya estamos cerca del punto final de la ruta, no antes de hacer la bajada por excelencia del día, desviándonos por un sendero a la derecha de la pista, llegamos al punto en cuestión. De inicio con mucha pendiente y con distintas zanjas en ella, provocadas por la erosión de la lluvia. La tenemos que afrontar eligiendo la mejor trayectoria, adelantándonos a los posibles imprevistos para evitar la caída del día, afortunadamente salimos airosos y recordamos los distintos percances acaecidos en el pasado en dicha rampa. Nos alegramos de haberla superado con solvencia y seguridad.
Así llegamos a la pista paralela al Arroyo de Viñuelas que nos lleva hasta la N I, la pasamos por debajo para llegar al cruce de caminos donde a la izquierda encontramos nuestro destino, justo a mediodía, son 12:00 h.
El balance final es de 50 Km en 3 horas y media, con unos 600 m de desnivel acumulado en subida, aunque el esfuerzo ha sido considerable llegamos los cuatro con buenas sensaciones, las hemos hecho más duras, pero ha sido atractiva porque ha tenido un poco de todo.
Subimos a la furgo con ganas de llegar al Sport Bar, uno de nuestros patrocinadores, para celebrar el cumpleaños de Dani, donde se nos unen otros dos componentes del club, Manolo y Raúl. Así lo celebramos brindando con él deseándole que cumpla muchos más ¡¡FELICIDADES!!
Hasta la próxima, “nos vemos en los caminos”.
DANI, JOSE MANUEL, VILLY Y ANGEL.